jueves, 28 de mayo de 2009

chagall


la senda del perdedor. Charles Bukowski

-¡Oh, mierda! ¡ME RINDO!
-¡No pare!¡Jesús!¡Piedad!
- ¡Mamá!
Las tropas se separaron y quedaronse mirando unas a otras. El coronel Sussex recogió su cuaderno. Su uniforme no se había arrugado. Sus medallas sequían en su sitio. Su gorra, inclinada en perfecto ángulo. Blandió su bastón de mando, lanzándolo al aire, y lo cogió de nuevo, luego se retiró. Nosotros le seguimos.
Trepamos a sus viejos camiones con lonas rotas que nos habían traído. Arrancaron los motores y partimos. Nos encarábamos uos a otros sentados en largos bancos de madera. Todos los Azules estábamos juntos cuando vinimos sentados en un camión y los Verdes en otro. Ahora nos habían mezclado y la mayoría de nosotros miraba sus desgastados y polvorientos zapatos mientras éramos zarandeados de aquí para allá, de izquierrda a derecha, arriba y abajo a medida que el camión pasaban por las raíces que descollaban la vieja carretera. Estánbamos cansados, derrotados y frustrados. La guerra se había acabado.







Nadie se esperaba que volviera a casa y lo contara todo, lo constatara todo.
Llego a casa con un ojo morado, fruto del amor. Después de celebrar el cumpleaños de mi amiga, la más antigua. Después de descubrir que el sexo mueve montañas, no mahoma, sino el sexo. Romanos y amazónicas pululan al baile que los implica. Espero no estar en medio de irlanda, brasil, italia, alemania y españa. Yo soy castellana, copón!
Quiero dormir, es tarde para sacar al perro. Pero aquí seguimos. Buscando heroína.
quiero ver un buen vídeo.
Ciao


tenía muchas más cosas qué decir, pero si se me olvidan, me aguanto... escríbeme.

ilovebonobo@gmail.com