Desde la piscina se ven los tejados de
malasaña.
Hoy he tenido una suerte preciosa! A
cambio de un estado de ánimo de esperanza y optimismo, de energía y
buen hacer, se me ha compensado con una plaza anual para la piscina
de mi barrio.
Muchas gracias a Beatriz, cómo no, por
saber que dónde caben dos caben tres, y que no se puede dejar pasar
ni un solo punto energético de recarga. Eléctrico o lo que sea.
Por cierto, hay uno detrás de la casa
de Esperanza Aguirre, frente al Marx Madera creo recordar.
No sé si va con monedas o sigue siendo
free.
Así es el nuevo edificio y en el hueco
de atrás arriba está la piscina, lo demás, una estructura de
cristal y madera es, creo, la escuela oficial de arquitectos de
Madrid. A veces sueño con estar ahí.
No olvidaré sugerir
llevar a algún niño a las fiestas de mi pueblo.
Un abrazo
PD: Termina Leonard Cohen y sé lo
mucho que te quiero. Un beso preciosa meiga.
… y sigo enamorada de ti!